Un armatoste es un mueble tosco e inutil que generalmente, estorba y nadie quiere. En su momento, muchas creaciones invaluables de nuestra vida diaria fueron consideradas inútiles por algún "experto". Por ejemplo, HP rechazó la idea de Steve Wozniak:la computadora personal. En 1983, Atari rechazó la consola de juegos que se convirtió en Nintendo. En 1876, Western Union rechazó el invento de Alexander Graham Bell: el teléfono, aduciendo que más parecía un juguete. Bill Gates, en su momento, rechazó los dispositivos de libros electrónicos y Carles Chaplin argulló que el sonido en el cine sería una moda pasajera. Conocemos la historia...Este blog es un vehículo para expresar y producir ideas, sea que a otros les parezcan "armatostes" o no.
.

miércoles, 21 de enero de 2015



“Declaro que mi Amor a Centroamérica Muere Conmigo”


Alguna vez te has preguntado ¿Qué significa esta frase?, ¿Que expresa? y ¿Que ocasiono que Morazán la firmase? Hay muchas respuestas, las cuales pueden compartir el mismo punto de vista o no; pero lo que realmente importa es lo que quiere comunicar ¿Qué nos quiso decir Francisco Morazán al implantarla en su testamento?

Francisco Morazán fue uno de los más grandes personajes de la historia centroamericana, así como de Latinoamérica. Por su valor, visión, honor, pensamiento y por su deseo de la unión de los países pertenecientes a Centroamérica, entre otros. El General Morazán por  mucho más que la unión de nuestros pueblos. Era admirador de los ideales de la revolución estadounidense y la francesa, también de los líderes griegos y romanos, donde muchos cuestionan que ese fue su error, el hecho de tomar como base los ideales de estas revoluciones. Pero yo pienso lo contrario. Quiso sacar a toda Centroamérica del estado feudal en que se encontraba. Introduciendo los principios de igualdad, libertad y fraternidad. Lo que explica la razón por la cual sus adversarios se oponían a él, ya que esto representaba una amenaza a sus intereses, permitiendo que todos podamos acceder al poder.

Lucho por una educación universal que favorecía a la transformación social a través del desarrollo personal, permitiendo que la población tuviera derecho a la enseñanza alejada del oscurantismo obligado por la iglesia. También desistió por la libertad de religión, el matrimonio civil, libertad de expresión y de prensa, igualdad ante la ley y separó la Iglesia  del Estado.
Francisco Morazán al declarar que mi amor a Centroamérica muere con migo, expone que sus objetivos revolucionarios, de unión y de desarrollo morían junto con él. Con su muerte se perdió el objetivo de que los cinco países de Centroamericanos, lograran alcanzar el desarrollo y que se transformaran en una nación, única, grande y prospera. Y como consecuencia se dio la desunión de los países, quedando cada uno como naciones independientes.

Y es que en nuestro país Honduras es donde los valores se deterioran cada día más y más. En un país donde las grandes autoridades del gobierno solo velan por sus propios intereses, donde surgen frases famosas como “Estamos por recibir el año nuevo con la esperanza que vendrán cambios que contribuyan a mejorar las condiciones económicas y sociales en que vivimos los hondureños.” ¿Con la esperanza? ¡No!, con la meta y decisión de cambios mejores.  ¿Pero de qué tipo de gente estamos hablando? Solo nos queda por pensar o preguntarnos ¿Dónde estará ese tipo de gente que quiera gobernar de corazón? viviendo por el pueblo y para el pueblo. Pero evidentemente Morazán tuvo razón la patria ha muerto, cada cuatro años con cada gobierno que en vez de levantar se sumerge con puras miserias con la promesa de dar vida y esperanza.

Ejemplo de ello es la cruda realidad de honduras, según encuestas más del 90% de la población hondureña son pobres, muchos de ellos emigran hacia los Estados Unidos de América y México, donde muchos de ellos muren en su intento por llegar a estos países.

Comer es una necesidad básica del ser humano, pero la realidad en Honduras es que millones de personas se despiertan cada día con la angustia y la impotencia de no saber si podrán alimentarse, pues son prisioneros de un verdugo silencioso: la pobreza.
Los números son devastadores. En el país, de una población de 8.5 millones de habitantes, se estima que casi seis millones (5, 889,545) de personas son pobres.
Más impactante es aún saber que, de esos casi seis millones, un total de 4.2 millones (4, 213,746) están en situación de extrema pobreza y 1.6 millones viven en pobreza relativa, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La mayoría de los hondureños son pobres. Es una realidad tan cruel como simple de entender.
No hay nada que interpretar cuando las estadísticas revelan además que la cifra de personas que viven en la pobreza es la más alta de toda la historia en el territorio nacional.
En la implementación de la Estrategia de Reducción de la Pobreza en Honduras se han destinado miles de millones de lempiras, pero eso poco o nada les sirve a los casi dos millones de personas (1,995,200) que tienen que vivir con menos de un dólar (20.42 lempiras) al día.

El porcentaje de hogares que está en la pobreza es de 66.5%, de los cuales 20.5% viven en pobreza relativa y 46% en extrema.
Según expertos, la falta de inversión, la inseguridad jurídica y personal, la escasez de empleo, el deficiente sistema de educación y la carencia de acciones concretas de los gobiernos para mejorar la realidad social son algunos de los factores que contribuyen a que Honduras sea considerado actualmente el país con el mayor índice de pobreza de América Latina.

El reconocido economista Carlos Urbizo manifestó que se necesitan cambios profundos en el país para mejorar la situación, ya que la mayoría de la población está inmersa en la pobreza.

“La lucha no es contra la pobreza. Es contra un sistema político y económico que genera pobreza. El sistema antidemocrático que existe, el sistema anticapitalista que tenemos, porque es mercantilista, no permite que esta situación mejore. Si no cambiamos el sistema político y económico, seguiremos en esto los próximos 192 años”. De tal manera que la frase de Morazán toma sustento.

La libertad de prensa es otro problema que sigue perdurando, no solo en honduras, así como en Centroamérica, hasta América Latina  y por el cual también, Morazán lucho.
En Honduras han sido asesinados 34 comunicadores sociales desde 2003 y solo uno de los casos ha sido judicializado. Según las estadísticas del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), y fue en la presente administración de Porfirio Lobo Sosa son alrededor de 27 los comunicadores sociales que han muerto violentamente.

Con esto se suma la  promoción de las reformas a la Ley Marco de Telecomunicaciones que pretenden censurar a los medios de comunicación, también se agregan los asesinatos, amenazas de muerte, desapariciones, secuestros, toma de rehenes, detenciones arbitrarias, acciones judiciales y encarcelamientos, tortura y trato inhumano o degradante, persecución, intimidación, deportación y confiscación o daños a equipos y bienes. Haciendo que se apague la libertad de expresión, a pesar de los avances y reformas que se han logrado en el ámbito judicial y legislativo.

La educación en América Central viene siguiendo un proceso evolutivo a lo largo de la historia, pero sus avances son pequeños en comparación con otras naciones, a pesar de las innovaciones que ha logrado. En aquellas épocas posteriores de la colonia no se contaba con suficientes centros de enseñanza para dar cobertura a la población. Desde escuelas hasta universidades. Por esta razón que el gobierno de Morazán promovió la educación universal, donde ya no se impartiesen los temas propuestos por la iglesia, sino aquellos que promovieran las cualidades y valores universales, como la ética, la sabiduría, la responsabilidad y el altruismo, que son compartidos por personas de todas las edades, culturas, orígenes y religiones. Pero con su muerte estas expectativas retrocedieron aún  más.

Honduras sigue teniendo los niveles más bajos de cobertura en las fases de la educación secundaria y universitaria constituyéndose este problema en uno de los más grandes desafíos de la clase política que se turna el poder cada cuatro años. Los jóvenes de familias de bajos recursos ven vedadas las oportunidades de acceder a niveles educativos intermedios y superiores.

El problema de poca afluencia de población en los centros educativos se debe a la pobreza, la extrema pobreza y a la falta de interés de los mismos jóvenes, especialmente los que viven en zonas urbanas donde sí tienen oportunidades de superarse pero no lo hacen.

 Numerosos estudios e investigaciones han demostrado que la educación, además de jugar un papel fundamental en el crecimiento económico de los países, es la mejor estrategia para reducir la pobreza y la desigualdad social. Reporta también efectos positivos sobre la salud de las personas, la disminución de la criminalidad y la promoción de los valores democráticos.

Desgraciadamente, y a pesar de lo estipulado en su Constitución, el sistema educativo hondureño se sitúa a la zaga en América Latina y el Caribe, proporcionando cobertura educativa solo al 70% de los niños y adolescentes en edad escolar. Como consecuencia, el analfabetismo afecta a más de medio millón de personas, siendo su incidencia mucho mayor en las áreas rurales y entre las personas de mayor edad.

 El otro problema grave del sistema educativo hondureño es la elevada tasa de abandono escolar. Sólo un 33% de los niños terminan la enseñanza primaria y tan sólo un 7,5% de los adolescentes termina la secundaria para poder acceder a una educación superior.  La causa fundamental de este abandono es la pobreza de las familias y el escaso nivel de instrucción de los padres. 
Honduras también enfrenta retos en la educación superior. Actualmente ocupa el segundo lugar entre los países con menos cobertura en educación universitaria en Centroamérica, solo por encima de Guatemala. Aunque la brecha con el resto de los países de la región es poca, Honduras solo ofrece una cobertura que ronda el 15 por ciento

En el país hay 20 universidades, seis públicas y 14 privadas. Esta cantidad de centros ubica a Honduras en el penúltimo lugar de las naciones centroamericanas con más centros de estudios superiores.
Las 20 universidades hondureñas dan una oferta educativa a unos 170,000 estudiantes, sin embargo, en Honduras hay una población cercana al 1.1 millón de personas en edad de realizar estudios universitarios (de 18 a 24 años).

"No era Morazán que se iba de la patria, por los agujeros que se inauguraron en su pecho aquella tarde, era la patria la que se iba con él. Después...se abalanzaron las tinieblas de una densa noche...de una noche resinosa de dos siglos, que todavía perdura sobre este istmo largo y trasijado como los suspiros de dolor del infortunio." 

Si nos detenemos a meditar aún más acerca de lo que el expreso con esta frase: “Declaro que mi amor a Centroamérica muere conmigo”. No cabe duda que  el enuncia en su declaración un gran amor por Centro América, tanto es su amor que trasciende la muerte, es decir va más allá de la vida, es seguir amando en la existencia y continuar viviendo y amando después de la vida misma.

En resumen expresa patriotismo, pero directamente no es un amor hacia un territorio geográfico, porque no buscaba poder para lucrarse económicamente o socialmente. En cambio empleo tanto los bienes de su esposa como los de él, para financiar sus campañas políticas. Lo que para mí realmente buscaba, era el desarrollo. Demostrando importancia hacia las necesidades fundamentales que los habitantes necesitaban. Al  contar con toda una nación  llena de conocimiento, se lograría alcanzar el desarrollo y por consecuente la transformación de una América Central rica y poderosa.

Y es por la falta de conocimiento que no alcanzamos el progreso. No contamos con un gobierno y una gente totalmente interesada. No son todos los jóvenes que están interesados en superarse, no son todos los padres que están interesados en la educación de sus hijos y no son todos los gobernantes que promueven el estudio; y a los que les corresponde impulsar la educación en todo el país, no usan todos los medios posibles para que el pan del saber llegue a todos los hogares hondureños.

Y tal vez algunos comenten que actualmente se están introduciendo cambios para el fortalecimiento de la educación en honduras. Y la pregunta es: ¿Cómo estuviéramos si estos cambios se hubieran establecido tiempo atrás? Estaríamos en un nivel más alto del que nos encontramos hoy.

Queremos salir de la pobreza, y de tanto que podemos la mirada en ese objetivo elegimos la opción inmediata de trabajar o robar, desconociendo que solo es para el bien de nosotros mismos o a lo mejor no. Olvidamos el fin principal y general por el que trabajamos. ¿Qué estamos haciendo? ¿En Qué estamos sirviendo? Trabajemos por el desarrollo de honduras, que esa sea nuestra satisfacción primordial, no la satisfacción de complacer los deseos fisiológicos y vanidosos de nosotros mismos.

Para concluir, hemos podido observar las consecuencias de malos gobiernos, ciertas decisiones y acciones llevadas a cabo; así como sostener las mismas culturas arcaicas, que cada día nos obligan a avanzar hacia atrás. Quiero invitarles a que no permitamos que la patria siga muriendo. No aceptemos que la frase de Morazán se convierta en una profecía. Unámonos para engrandecer a honduras y luchemos, no con nuestras manos, no con palos o cualquier otra forma primitiva. Luchemos con nuestros dones, habilidades y capacidades, que el producto de nuestro trabajo este encaminado a consolidar una nueva Honduras.
Escrito  por César Fernando Reyes Andrade
Estudiante de la Carrera de Comunicación y Publicidad
Unitec.






No hay comentarios:

Publicar un comentario