“Declaro que mi Amor a Centroamérica Muere Conmigo”
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Alguna vez te has preguntado ¿Qué significa esta frase?, ¿Que expresa? y ¿Que ocasiono que Morazán la firmase? Hay muchas respuestas, las cuales pueden compartir el mismo punto de vista o no; pero lo que realmente importa es lo que quiere comunicar ¿Qué nos quiso decir Francisco Morazán al implantarla en su testamento?
Francisco Morazán fue uno de los más grandes personajes de
la historia centroamericana, así como de Latinoamérica. Por su valor, visión,
honor, pensamiento y por su deseo de la unión de los países pertenecientes a Centroamérica,
entre otros. El General Morazán por
mucho más que la unión de nuestros pueblos. Era admirador de los ideales
de la revolución estadounidense y la francesa, también de los líderes griegos y
romanos, donde muchos cuestionan que ese fue su error, el hecho de tomar como
base los ideales de estas revoluciones. Pero yo pienso lo contrario. Quiso
sacar a toda Centroamérica del estado feudal en que se encontraba.
Introduciendo los principios de igualdad, libertad y fraternidad. Lo que
explica la razón por la cual sus adversarios se oponían a él, ya que esto
representaba una amenaza a sus intereses, permitiendo que todos podamos acceder
al poder.
Lucho por una educación universal que favorecía a la
transformación social a través del desarrollo personal, permitiendo que la
población tuviera derecho a la enseñanza alejada del oscurantismo obligado por
la iglesia. También desistió por la libertad de religión, el matrimonio civil,
libertad de expresión y de prensa, igualdad ante la ley y separó la Iglesia del Estado.
Francisco Morazán al declarar que mi amor a Centroamérica
muere con migo, expone que sus objetivos revolucionarios, de unión y de
desarrollo morían junto con él. Con su muerte se perdió el objetivo de que los
cinco países de Centroamericanos, lograran alcanzar el desarrollo y que se
transformaran en una nación, única, grande y prospera. Y como consecuencia se
dio la desunión de los países, quedando cada uno como naciones independientes.
Y es que en nuestro país Honduras es donde los valores se
deterioran cada día más y más. En un país donde las grandes autoridades del
gobierno solo velan por sus propios intereses, donde surgen frases famosas como
“Estamos por recibir el año nuevo con la esperanza que vendrán cambios que
contribuyan a mejorar las condiciones económicas y sociales en que vivimos los
hondureños.” ¿Con la esperanza? ¡No!, con la meta y decisión de cambios
mejores. ¿Pero de qué tipo de gente
estamos hablando? Solo nos queda por pensar o preguntarnos ¿Dónde estará ese
tipo de gente que quiera gobernar de corazón? viviendo por el pueblo y para el
pueblo. Pero evidentemente Morazán tuvo razón la patria ha muerto, cada cuatro
años con cada gobierno que en vez de levantar se sumerge con puras miserias con
la promesa de dar vida y esperanza.
Ejemplo de ello es la
cruda realidad de honduras, según encuestas más del 90% de la población
hondureña son pobres, muchos de ellos emigran hacia los Estados Unidos de América
y México, donde muchos de ellos muren en su intento por llegar a estos países.
Comer es una necesidad básica del ser
humano, pero la realidad en Honduras es que millones de personas se despiertan
cada día con la angustia y la impotencia de no saber si podrán alimentarse,
pues son prisioneros de un verdugo silencioso: la pobreza.
Los números son devastadores. En el país, de una población
de 8.5 millones de habitantes, se estima que casi seis millones (5, 889,545) de
personas son pobres.
Más impactante es aún saber que, de esos casi seis millones,
un total de 4.2 millones (4, 213,746) están en situación de extrema pobreza y
1.6 millones viven en pobreza relativa, según los datos oficiales del Instituto
Nacional de Estadística (INE).
La mayoría de los hondureños son pobres. Es una realidad tan
cruel como simple de entender.
No hay nada que interpretar cuando las estadísticas revelan
además que la cifra de personas que viven en la pobreza es la más alta de toda
la historia en el territorio nacional.
En la implementación de la Estrategia de Reducción de la
Pobreza en Honduras se han destinado miles de millones de lempiras, pero eso
poco o nada les sirve a los casi dos millones de personas (1,995,200) que
tienen que vivir con menos de un dólar (20.42 lempiras) al día.
El porcentaje de hogares que está en la pobreza es de 66.5%,
de los cuales 20.5% viven en pobreza relativa y 46% en extrema.
Según expertos, la falta de inversión, la inseguridad
jurídica y personal, la escasez de empleo, el deficiente sistema de educación y
la carencia de acciones concretas de los gobiernos para mejorar la realidad
social son algunos de los factores que contribuyen a que Honduras sea
considerado actualmente el país con el mayor índice de pobreza de América
Latina.
El reconocido economista Carlos Urbizo manifestó que se necesitan
cambios profundos en el país para mejorar la situación, ya que la mayoría de la
población está inmersa en la pobreza.
“La lucha no es contra la pobreza. Es contra un sistema
político y económico que genera pobreza. El sistema antidemocrático que existe,
el sistema anticapitalista que tenemos, porque es mercantilista, no permite que
esta situación mejore. Si no cambiamos el sistema político y económico,
seguiremos en esto los próximos 192 años”. De tal manera que la frase de
Morazán toma sustento.
La libertad de prensa es otro problema que sigue perdurando,
no solo en honduras, así como en Centroamérica, hasta América Latina y por el cual también, Morazán lucho.
En Honduras han sido asesinados 34 comunicadores sociales
desde 2003 y solo uno de los casos ha sido judicializado. Según las
estadísticas del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), y fue
en la presente administración de Porfirio Lobo Sosa son alrededor de 27 los
comunicadores sociales que han muerto violentamente.
Con esto se suma la promoción de las reformas a la Ley Marco de
Telecomunicaciones que pretenden censurar a los medios de comunicación, también
se agregan los asesinatos, amenazas de muerte, desapariciones,
secuestros, toma de rehenes, detenciones arbitrarias, acciones judiciales y
encarcelamientos, tortura y trato inhumano o degradante, persecución,
intimidación, deportación y confiscación o daños a equipos y bienes. Haciendo
que se apague la libertad de expresión, a pesar de los avances y reformas que
se han logrado en el ámbito judicial y legislativo.
La educación en América
Central viene siguiendo un proceso evolutivo a lo largo de la historia, pero
sus avances son pequeños en comparación con otras naciones, a pesar de las
innovaciones que ha logrado. En aquellas épocas posteriores de la colonia no se
contaba con suficientes centros de enseñanza para dar cobertura a la población.
Desde escuelas hasta universidades. Por esta razón que el gobierno de Morazán promovió
la educación universal, donde ya no se impartiesen los temas propuestos por la
iglesia, sino aquellos que promovieran las cualidades y valores universales,
como la ética, la sabiduría, la responsabilidad y el altruismo, que son
compartidos por personas de todas las edades, culturas, orígenes y religiones.
Pero con su muerte estas expectativas retrocedieron aún más.
Honduras sigue teniendo
los niveles
más bajos de cobertura en las fases de la educación secundaria y universitaria constituyéndose
este problema en uno de los más grandes desafíos de la clase política que se
turna el poder cada cuatro años. Los
jóvenes de familias de bajos recursos ven vedadas las oportunidades de acceder
a niveles educativos intermedios y superiores.
El
problema de poca afluencia de población en los centros educativos se debe a
la pobreza, la extrema pobreza y a la falta de interés de
los mismos jóvenes, especialmente los que viven en zonas urbanas donde sí
tienen oportunidades de superarse pero no lo hacen.
Numerosos
estudios e investigaciones han demostrado que la educación, además de jugar un
papel fundamental en el crecimiento económico de los países, es la mejor
estrategia para reducir la pobreza y la desigualdad social. Reporta también
efectos positivos sobre la salud de las personas, la disminución de la
criminalidad y la promoción de los valores democráticos.
Desgraciadamente,
y a pesar de lo estipulado en su Constitución, el sistema educativo hondureño
se sitúa a la zaga en América Latina y el Caribe, proporcionando cobertura educativa
solo al 70% de los niños y adolescentes en edad escolar. Como consecuencia, el
analfabetismo afecta a más de medio millón de personas, siendo su incidencia
mucho mayor en las áreas rurales y entre las personas de mayor edad.
El
otro problema grave del sistema educativo hondureño es la elevada tasa de
abandono escolar. Sólo un 33% de los niños terminan la enseñanza primaria y tan
sólo un 7,5% de los adolescentes termina la secundaria para poder acceder a una
educación superior. La causa fundamental de este abandono es la pobreza
de las familias y el escaso nivel de instrucción de los padres.
Honduras también enfrenta
retos en la educación superior. Actualmente ocupa el segundo lugar entre los
países con menos cobertura en educación universitaria en Centroamérica, solo
por encima de Guatemala. Aunque
la brecha con el resto de los países de la región es poca, Honduras solo ofrece
una cobertura que ronda el 15 por ciento
En el país hay 20 universidades, seis públicas y 14 privadas. Esta cantidad de centros ubica a Honduras en el penúltimo lugar de las naciones centroamericanas con más centros de estudios superiores. Las 20 universidades hondureñas dan una oferta educativa a unos 170,000 estudiantes, sin embargo, en Honduras hay una población cercana al 1.1 millón de personas en edad de realizar estudios universitarios (de 18 a 24 años).
"No era Morazán que se iba de la patria, por los agujeros que se inauguraron en su pecho aquella tarde, era la patria la que se iba con él. Después...se abalanzaron las tinieblas de una densa noche...de una noche resinosa de dos siglos, que todavía perdura sobre este istmo largo y trasijado como los suspiros de dolor del infortunio."
En el país hay 20 universidades, seis públicas y 14 privadas. Esta cantidad de centros ubica a Honduras en el penúltimo lugar de las naciones centroamericanas con más centros de estudios superiores. Las 20 universidades hondureñas dan una oferta educativa a unos 170,000 estudiantes, sin embargo, en Honduras hay una población cercana al 1.1 millón de personas en edad de realizar estudios universitarios (de 18 a 24 años).
"No era Morazán que se iba de la patria, por los agujeros que se inauguraron en su pecho aquella tarde, era la patria la que se iba con él. Después...se abalanzaron las tinieblas de una densa noche...de una noche resinosa de dos siglos, que todavía perdura sobre este istmo largo y trasijado como los suspiros de dolor del infortunio."
Si nos detenemos a meditar aún más
acerca de lo que el expreso con esta frase: “Declaro que mi amor a Centroamérica
muere conmigo”. No cabe duda que el
enuncia en su declaración un gran amor por Centro América, tanto es su amor que
trasciende la muerte, es decir va más allá de la vida, es seguir amando en la
existencia y continuar viviendo y amando después de la vida misma.
En resumen expresa patriotismo, pero
directamente no es un amor hacia un territorio geográfico, porque no buscaba
poder para lucrarse económicamente o socialmente. En cambio empleo tanto los
bienes de su esposa como los de él, para financiar sus campañas políticas. Lo que
para mí realmente buscaba, era el desarrollo. Demostrando importancia hacia las
necesidades fundamentales que los habitantes necesitaban. Al contar con toda una nación llena de conocimiento, se lograría alcanzar
el desarrollo y por consecuente la transformación de una América Central rica y
poderosa.
Y es por la falta de conocimiento
que no alcanzamos el progreso. No contamos con un gobierno y una gente
totalmente interesada. No son todos los jóvenes que están interesados en
superarse, no son todos los padres que están interesados en la educación de sus
hijos y no son todos los gobernantes que promueven el estudio; y a los que les
corresponde impulsar la educación en todo el país, no usan todos los medios
posibles para que el pan del saber llegue a todos los hogares hondureños.
Y tal vez algunos comenten que
actualmente se están introduciendo cambios para el fortalecimiento de la
educación en honduras. Y la pregunta es: ¿Cómo estuviéramos si estos cambios se
hubieran establecido tiempo atrás? Estaríamos en un nivel más alto del que nos
encontramos hoy.
Queremos salir de la pobreza, y de
tanto que podemos la mirada en ese objetivo elegimos la opción inmediata de
trabajar o robar, desconociendo que solo es para el bien de nosotros mismos o a
lo mejor no. Olvidamos el fin principal y general por el que trabajamos. ¿Qué
estamos haciendo? ¿En Qué estamos sirviendo? Trabajemos por el desarrollo de
honduras, que esa sea nuestra satisfacción primordial, no la satisfacción de
complacer los deseos fisiológicos y vanidosos de nosotros mismos.
Para concluir, hemos podido
observar las consecuencias de malos gobiernos, ciertas decisiones y acciones
llevadas a cabo; así como sostener las mismas culturas arcaicas, que cada día
nos obligan a avanzar hacia atrás. Quiero invitarles a que no permitamos que la
patria siga muriendo. No aceptemos que la frase de Morazán se convierta en una
profecía. Unámonos para engrandecer a honduras y luchemos, no con nuestras
manos, no con palos o cualquier otra forma primitiva. Luchemos con nuestros
dones, habilidades y capacidades, que el producto de nuestro trabajo este
encaminado a consolidar una nueva Honduras.
Escrito por César Fernando Reyes Andrade
Estudiante de la Carrera de Comunicación y Publicidad
Unitec.
Bibliografía
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