La mentira en la propaganda política y en su publicidad se puede decir que es la información, de la desinformación de la poco realidad del país. El asunto de la mentira, adquiere trascendencia porque hoy en día la organización de la propaganda y la
publicidad se halla en manos de profesionales, y cuando éstos recurren a la
mentira vuelcan en ello toda su competencia. La importancia que puedan tener estos factores en la
política depende del efecto que uno piense que tienen sobre los ciudadanos o
habitantes de un país. En muchos países puede entenderse que el apoyo o la
oposición que los habitantes dan a un gobierno o sistema depende fundamentalmente
de la información que posean o de la ideología en que crean. Esto depende a su
vez de lo que se le comunica, o sea, de la propaganda y de la publicidad que
reciben. La realidad no es una realidad objetiva que se comunica a través del
lenguaje y de los medios de comunicación, sino una construcción de éstos.
La realidad política que conoce el ser humano es
una realidad mediatizada, construida, fabricada mayormente por los que
controlan los medios de comunicación. Desde el punto de vista de la
comunicación, la política es también un debate sobre la definición de la realidad
ya que el apoyo o la oposición que se genere depende de la definición o
construcción de la realidad que se torne dominante en una
sociedad.
En mi opinión y compartida con mi madre definimos que los sistemas políticos como el nuestro, tendemos a
depender, como fuente de información sobre política, de la información que
procede de la propaganda y de la publicidad que hacen los partidos políticos y
el gobierno. También en las elecciones dependemos de campañas electorales
dirigidas por agencias publicitarias. Los mensajes tienden a ser más
persuasivos y manipulativos que informativos o argumentativos. Éstos casi nunca
proveen información precisa y sí información que tiende a distorsionar o
disfrazar la realidad con el propósito de persuadir o manipular a las personas
en determinada dirección.
Es importante llevar a cabo un análisis de recepción que nos permita interpretar, los mensajes teniendo siempre en cuenta el papel de la mentira, expuesto en el libro, y que las intenciones de los mismos es clara: van dirigidos a generar apoyo o aversión y a empujar al elector-receptor en una dirección determinada utilizando estrategias que cancelan las capacidades críticas del mismo. Por lo que, la lucha política se traslada al terreno de la comunicación, donde los mensajes publicitarios son otra arma de lucha más.
En el caso de Juan Orlando Hernandez el tiempo que estuvo como presidente del congreso porque no trabajo mas si no que ahora en su campaña política anda prometiendo esto y lo otro, y repito porque no lo hizo cuando era presidente del congreso siendo en ese caso era mas poderoso que Pepe Lobo.
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