EL AGRESOR |
LA VICTIMA |
El acoso sexual, según la CEDAW es
un comportamiento de tono sexual tal como contacto físico, insinuaciones, observaciones
de tipo sexual, exigencias sexuales, verbales o de hechos, que suelen ser humillantes y una manifestación de discriminación de género, aparte de eso, basándose en experiencias,
concretamente se puede decir que es un tema de gran controversia que aquejan día
con día las distintas poblaciones de féminas del mundo, y es que, constantemente,
de forma sutil o evidente, muchas mujeres sufren -sufrimos- de algún tipo hostigamiento
que nos vuelve en cierto modo vulnerable o impotentes.
Cabe mencionar que, de esta problemática
pueden ser victimas hombres y mujeres, pero un alto relieve que se percibe, es
que las mayormente afectadas son las mujeres; en cuanto a los agresores, los
que más llevan a cabo este tipo de acoso son los que se sienten destacados en
alguna cuestión y generalmente no suelen ser ajenos al contexto. La ONU en cifras
ha demostrado que aproximadamente un 35% de las mujeres a nivel mundial, ha
sufrido de acoso sexual, siendo más específica a nuestra región, Rachel Ramirez,
miembro de Foro de Mujeres por la Vida, a través de diario La Prensa, manifestó
que “9 de cada 10 mujeres en Honduras son víctimas de acoso sexual”.
En muchas ocasiones, las mujeres
han alzado su voz porque se niegan a reconocer que han sido víctimas de las
aterradoras garras del acoso sexual, pensando que este problema se refiere meramente
al acto sexual o al manoseo, pero lo que por cuestión de conceptos arraigados y
erróneos desconocemos es que, este acoso sexual hace alusión a todo tipo de bromas,
comentarios, hostigamiento, insinuación, conqueteo, silbidos o contacto físico
no deseado en contra de nuestra persona. No es un extraño suceso para las mujeres,
querer cambiar de calle al ver hombres en una esquina, sentirnos -desagradablemente-
observadas en algunas ocasiones, recibir por parte del agresor palabras que
ellos disfrazan de piropos, cargados con alto nivel de morbosidad y fastidio. Sí,
ESO TAMBIÉN ES ACOSO SEXUAL
Otro idea errónea es pensar que
el acoso sexual se desarrolla únicamente en las calles, porque con certeza se puede
decir que muchas veces el comportamiento del agresor no se ve medido por el contexto
en el que se encuentra, pues es sabido que las mujeres reciben acoso en ámbitos laborales,
estudiantiles, lugares de comercio y demás espacios comunes, por esa razón,
también se podría decir que este comportamiento es un común denominador entre
los ambientes y se puede afirmar que es totalmente inapropiado, en especial para
la víctima, quien es dañada y se llega a sentir vulnerable.
Y es que, en esta situación influyen
muchas variables, pero una de las mas fuertes es el machismo todavía existente
en la sociedad, desde tempranas edades y en todos los estatus sociales se le
promueve al niño que sea él quien enamore y de sutiles maneras, se sigue observando
como los hombres creen que ser atrevidos al acosar a alguien, es sinónimo de
hombría, poder. Entonces notamos aquí un problema arraigado desde la familia,
pues esto conlleva las ideas patriarcales, que como base tienen las relaciones
familiares que son un contrato social no escrito en el que por defecto, el
padre lleva el rol del sustento y voz de mando mientras que la mujer se vuelve
sumisa, esto con los años genera en hombres y mujeres cierto estándar de pensamiento
tomado como “normal”, justo pensar en esto como normalidad, hace que tengamos
graves problemas enraizados entre nosotros.
Personalmente concluyo que, repudio esos actos, pero normalmente la
impotencia rige mis acciones cuando pienso en las posibles respuestas de un
agresor que “quizá no ande de buenas” y es por eso mismo que no llego a la
plenitud de mi pensamiento, por que mi actuar no es totalmente acorde a mi malestar,
en general muchas mujeres padecen de cierto temor de hablar de lo ocurrido, desconfianza,
sentir que será mal interpretada, temor a represalias pero lo cierto es que, en
efecto, para las victimas es totalmente agobiante tener estas vivencias y la
exposición a esto, trae sufrimiento, humillación, aislamiento, introversión y
más. Probablemente sea muy difícil de erradicar.
Como respuesta la pregunta de mi
compañero, Gabriel Borjas, ¿Cómo podemos mejor la educación en Honduras para disminuir cualquier
tipo de acoso?, la única manera de evitar eso, seria empoderando a cada
niña, haciendo una educación con inclusión de género y mostrándoles a los
pequeños, que cada uno tiene las mismas capacidades, si una niña quiere tener
un carro de juguete, que lo tenga, si un niño quiere una camisa color rosa, que
la use. Muchas veces los estigmas sociales de los adultos, viene y ensucia la
apreciación de igualdad de los niños, con esto no incito al libertinaje, pero si
a cultura de equidad.
Expongo a ustedes mi interrogante
que depende de su perspectiva ¿creen que efectivamente el acoso sexual en todas
sus manifestaciones podría ser erradicado? Si su respuesta es afirmativa ¿cómo?
Organización de la Naciones Unidas (2017). Hechos y cifras: Acabar con la violencia contra mujeres y niñas. Madrid.
Pineda, N. (2017). Nueve de cada diez mujeres son víctimas de acoso sexual. San Pedro Sula: Diario El Heraldo.
Secretaría de la Mujer. (2000). Mujeres: unidad y diversidad. Un debate sobre la identidad de género. Madrid: Federación de Enseñanza de CC.OO.
¡Asombro Tema!.
ResponderEliminarMe parece simplemente, increible que escribas acerca de esto, ya que tal y como lo mencionaste el acoso sexual va mas alla de lo que pensamos que es, actualmente como mujeres estamos acostumbradas a este tipo de comportamiento de parte de los hombres, ya que pensamos que es "normal" sin embargo no lo es.
¡Felicidades , sos una gran escritora, sigue así !
Att: Noelia Contreras
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarTotalmente cierto, pensamos que ese comportamiento es normal pero no lo es.
Eliminar¡Muchas gracias, Noelia! Me es animante ver tu comentario por aquí y saber que dedicaste un poco de tu tiempo para leerme. Un abrazo.