La eutanasia no solo se ve o se practica en los humanos, así mismo, es hacia los animales. Aprovecho para contar una experiencia que tuve con la eutanasia. Hace unos dos años, tenía un labrador, llamado Zeus. Ha sido uno de las mascotas que más me he encariñado. Cuando esta raza de los labradores llegan a envejecer, empiezan a tener problemas en sus piernas. Les cuesta caminar, lloran día y noche, no quieren comer y pasan con ese sufrimiento por días. De tal modo que mi perro lloraba por días, mi padre decidió hacer uso de la eutanasia. Lastimosamente mi perro falleció, pero dejó de sufrir. Mi perro ya no aguantaba del dolor y como familia, consideramos que fue la mejor solución.
Haciendo un lado la eutanasia en los animales, pienso que para los humanos no se debería de practicar, a menos que el paciente que esté sufriendo, sí esté de acuerdo en hacerse la eutanasia. Los familiares de tal paciente, no deberían decidir si es la "solución."
A medida que va pasando el tiempo, las generaciones van avanzando, la manera de pensar es diferente, puede haber una posibilidad que la eutanasia se practique continuamente. La tecnología estará más avanzada y tendrán mejores formulas a momento de ser aplicada la eutanasia. Los pacientes ya no tendrán la opción de decidir si aceptan hacerse la eutanasia, como tal vez ellos pueden hoy en día.
La eutanasia no es la mejor decisión para una persona que no esté de acuerdo, pero es una forma efectiva donde se disminuye el sufrimiento de la persona. Termino con una frase de Séneca, "La muerte es un castigo para algunos, para otros un regalo, y para muchos un favor.”
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