Vista Desde Afuera-Los Indignados 2015

 Escrito por Indira Brooks

Honduras es un país que cuenta con 8, 260, 749 personas, todos de diferentes grupos raciales, edades, status social, niveles educativos y creencias religiosas; han aprendido a convivir en conjunto, formando  parte de la sociedad hondureña y luchando por salir adelante.

Los “Catrachos”, como se les denomina comúnmente a los originarios de este país, son como todas las otras personas del mundo; se levantan todos los días,  van a trabajar y/o estudiar, salen con sus amigos los fines de semana y muchos asisten a la iglesia, hacen todo esto a pesar de que Honduras es considerado el país más violento de Centroamérica; y a pesar de todas las cosas malas que pasan bajo el sol hondureño, el país ocupa el quinto lugar en el ranking de los países más felices del mundo según el informe publicado por la encuesta Cid Gallup en el marco del Día Internacional de la Felicidad.

No obstante, Honduras ha sufrido muchos cambios políticos durante las  últimas décadas. La mayoría de estos cambios han tenido un efecto en el desarrollo socio-económico del país y cuando eventos ocurren que encolerizan a los ciudadanos se nos hace imposible callar, de alguna forma tenemos que sacar la rabia con la cual cargamos y es cuando estos temas se pueden volver virales en las redes sociales, ya que casi un millón de hondureños cuentan con acceso a internet, en muchos países son cosas que se pueden considerar vanidades como la elección del FIFA Balón del Oro o los Premios Óscar; cuando las personas piensan que algo injusto ha ocurrido levantan su voz y aunque en la mayoría de los casos no  hace ninguna diferencia, ellos no se callan ya que tienen el derecho de expresarse. Así que cuando las personas se enteran que se han desfalcado unos 7,000  millones de lempiras del Instituto Hondureño de Seguridad Social para ser utilizado en campañas de un partido político, es normal que se indignen; lo anormal sería que no se indignaran, que no sintieran ese ardor en el estómago, ese dolor en el pecho que no les deja dormir y por consiguiente ejerzan los derechos que les pertenecen por ser ciudadano de un país democrático. Como aparece en el artículo 1 de la Constitución de la República “Honduras es un Estado de derecho, soberano, constituido como república libre, democrática e independiente para asegurar a sus habitantes el goce de la justicia, la libertad, la cultura y el bienestar económico y social”; es de esperarse que existan manifestaciones de los ciudadanos, ya que se podría decir que es uno de sus derechos por pertenecer a dicho sistema, de acuerdo al artículo 60 de la Ley Orgánica de Convivencia Social “…toda persona puede reunirse con otras o desfilar en sitios públicos, con el fin de exponer ideas o intereses de carácter político, religioso, económico, social o cualquier otro que sea lícito, sin necesidad de aviso o permiso especial”.

Foto cortesía de El Libertador

 

Por lo anterior, el papel de Los Indignados es esencial; ya que, no solo refleja la concientización de los ciudadanos, sino también el avance en los niveles educativos. Cada año aumenta el número de jóvenes y adultos que egresan de las universidades con ideas más claras y con una perspectiva más amplia, especialmente en el ambiente político, sus pensamientos son más críticos y han aprendido a cuestionar las acciones ineficientes de los gobiernos. Solicitan explicaciones, mejor conocido en la Comunidad Internacional como: la Rendición de Cuentas y la Transparencia. ¿A caso piden algo fuera de la ley? ¿No será que en vez de menospreciar a Los Indignados, debemos admirarlos por su valentía de denunciar actos de corrupción, de los cuales muchos de nosotros nos quejamos, pero no somos capaces de levantar la voz y reclamar justicia para el pueblo hondureño y el peso de la ley para los corruptos? Como dijo el predicador cristiano Nicholas Vujicic “Desear que las cosas cambien no produce ningún resultado, pero ¡tomar la decisión de actuar ahora mismo, puede cambiarlo todo!” y es lo que han hecho los indignados,  tomando las cartas en su manos; pues las personas que están encargados de velar por los derechos del pueblo se han quedado callados ante semejante atropello, ha surgido un nuevo grupo, un grupo al cual no le da miedo, no se intimida fácilmente, ni se vende al mejor postor, un grupo al cual todos estamos llamados a pertenecer, un grupo que se indigna.

La participación de Los Indignados no solo incrementará las cantidades de manifestaciones en el país, sino también surgirán mayores números de políticos de carrera, los cuales ejercerán con sentido social y buscarán el bien común, disminuyendo la desigualdad social que ha ido aumentando en nuestro país y a la vez, permitiendo la disminución de las cantidades de personas que “viven de la política y no por la política” siempre en busca de sus propios beneficios y de enriquecerse mientras el pueblo está sufriendo hambre, desnutrición y miseria.

Si analizamos más a fondo lo que ha sucedido en el país, nos daríamos cuenta que gracias a la presión que ejercieron Los Indignados, el Presidente de Honduras Juan Orlando Hernández admitió que el partido nacional había recibido fondos del IHSS, que luego fueron usados en su campaña electoral. Imagínense si se hubieran quedado callados, el pueblo hondureño nunca se hubiera enterado de lo que paso en el IHSS, el desfalco hubiera sido otra acusación a un gobierno corrupto, pero sin las pruebas necesarias.

La intervención de Los Indignados ha comenzado a transformar el desarrollo político y social de Honduras, generando diferentes ideologías, manifestadas de la siguiente manera  1) Las personas que piensan que no es necesario indignarse, porque todo ya pasó y lo mejor es dejarlo en el pasado ¿Para qué revolver la basura? 2) Las personas que se consideran indignados activos y que constantemente están participando en las marchas porque creen que ya es tiempo de decir basta a la corrupción y 3) Las personas que dicen que están indignados pero la verdad no están dispuestos a unirnos a las marchas, aunque saben que existen razones de sobra para la manifestación, sin embargo se conforman con críticas con palabras que se las lleva el viento.

 Lo admirable de este movimiento es cómo han utilizado las redes sociales para convocar a todas estas personas, en un país en dónde los medios de comunicación de mayor impacto son controlados por personas que están ligados a los implicados de este fraude, que ha conmocionado a los hondureños que poseen una alta conciencia social y que no viven en una burbuja, una burbuja que solo contiene tendencias sobre la moda, la tecnología y los deportes.

Muchas veces me pregunto ¿Cómo será la vida de los indignados? ¿En quienes piensan al momento de marchar? ¿Será que están buscando la justicia como pasan clamando? ¿O sólo lo hacen motivados por algunas fuerzas políticas como se escucha comúnmente? Después de mucho análisis he comprendido que Los Indignados deberían de llamarse Los Valientes, Los Honrados, Los Justos, Los Defensores de la Patria, El Orgullo Catracho. Y no ser tratados como basura, los que no trabajan, los vagos, los que estorban el tráfico, los problemáticos, la chusma. Etiquetas que les dicen a los Indignados por ser diferentes y tratar de ver la verdadera democracia en acción, eliminando la represión y el miedo por exigir sus derechos y los de todos los hondureños.

Francamente, no importa el partido político al cual pertenecemos o cuales sean nuestras creencias, en lo que se refiere a la manera de actuar ante las injusticias que se nos presentan a diario, todos deberíamos de ser indignados, porque si nos molesta en ocasiones el abuso hacia los animales más aun deberíamos de defender y proteger la vida humana. Es inaceptable que critiquemos a estas personas que después de una semana larga de trabajo, salen un viernes bajo la lluvia, pidiendo que los responsables de las muertes de cientos de personas sean castigados y que paguen por sus acciones.

Todos los seres humanos nos vemos expuestos a situaciones en donde debemos tomar decisiones, como dice la canción “Tu tomaste tus decisiones mientras yo tome las mías ayy mira como da mil vueltas tu vida y la mía”. Independientemente de las decisiones que tomemos debemos asumir nuestra responsabilidad, y estas personas no deben ser tratados de una forma diferente, solo imagínense si estuviéramos en los zapatos de los familiares de las personas que murieron; por no contar con los medicamentos que entrega el IHSS, ¿cómo nos sentiríamos si fuera nuestra madre o hija la persona afectada? la impotencia o el sentimiento de venganza sería inmenso, como dijo Jesús “Traten a los demás como ustedes quisieran ser tratados…”, algo en que todos deberíamos de pensar antes de actuar ¿Cómo me sentiría yo, si me hicieran lo que voy a hacer? Ya que  creo que es inaudito que hayan personas que vayan por el mundo haciendo y deshaciendo a su antojo, sin importar lo que  les sucede a las otras personas, sin tener una conciencia que les guie y que les haga sentir resentimiento cuando hacen algo malo.

La postura de los indignados nos debe de avergonzar, sí avergonzar, no porque realizan marchas una vez a la semana o porque pasan repitiendo el mismo mensaje “Exigimos una Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras”(CICIH), sino porque todos deberíamos ser indignados, todos deberíamos exigir una CICIH, y no olvidarnos de las victimas del Instituto Hondureño de Seguro Social o del derroche de dinero que hicieron algunos funcionarios públicos; deberíamos indignarnos pero no de los indignados que marchan, indignarnos de la situación actual del país, de la inseguridad que mora en nuestra sociedad, de la desconfianza con la cual caminamos las calles de Tegucigalpa, de la Indiferencia que tenemos hacia nuestros vecinos o personas menos afortunados, deberíamos de estar indignados por no ser parte de los indignados.

 El político ruso Lenin, dijo que “si no eres parte de la solución, eres parte del problema, ¡actúa!”. Existen muchas personas que no asisten a las marchas, pero  que les indigna lo que sucedió con el IHSS y en la intimidad de sus hogares admiran el trabajo que realizan Los Indignados, pero que no son lo suficientemente valientes para salir a las calles y acompañarlos. El problema es que el que calla, otorga y al no mostrar nuestra oposición aceptamos la situación en la cual vivimos, dando más poder a los culpables. Coincidiendo con Nelson Mandela “No me preocupan los gritos de los deshonestos, de la gente sin escrúpulos y de los delincuentes, más me preocupa el silencio de los buenos” y a mí también.

 Y si creemos que dicho movimiento está en su etapa de culminación, que en poco tiempo desaparecerá, llevándose consigo las acusaciones y los reclamos por justicia y todo volverá a la rutina diaria, a la indiferencia de la cual todos hemos sido partícipes y muchas veces hasta víctimas; les comparto un mensaje que utilizaron un grupo de Indignados franceses durante los años 60s  “No somos antisistema, el sistema es antinosotros” y “Si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir”. Los Indignados han llegado para quedarse y su estadía ha incomodado a los corrompidos, ladrones, depravados y también a los que se dicen llamar “pacificadores” los cuales simplemente son personas que quieren tapar el sol con un dedo, con un pie sobre la tierra y el otro en las nubes, demostrando apatía total hacia los problemas reales de la sociedad, ¿será que reaccionarán hasta que alguno de sus familiares sean los torturados, los maltratados, los discriminados, los afligidos? Creo que sí, pero me pregunto ¿por qué no hacerlo por nuestro prójimo? Por aquel menospreciado, por los que sufren sin empleo, por los que pasan todas las noches durmiendo afuera del Hospital Escuela; en espera de sus familiares, ya que vienen desde lejos y no tienen dónde pasar la noche, porque lo poco que han ajustado es para comprar medicamentos, ya que el hospital no siempre cuenta con ellos. ¿Por qué no indignarnos ahora? Debemos seguir el ejemplo de Los Indignados y no quedarnos observando la vista desde afuera, como si no nos importara el presente y futuro del país; puesto que sentimos que el nuestro está asegurado.

Bibliografía

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Constitución de la Republica de Honduras
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/218-multitudinaria-marcha-de-los-indignados-inunda-calles-de-honduras