La Cara Oculta

“La Cara Oculta” en la segunda película con más éxito de Andrés Baiz Ochoa, en la cual explora los géneros de thriller y suspenso. Sin duda Baiz supo escoger bien los personajes y guiones, ya que en mi opinión los actores supieron expresar y plasmar lo que sentía cada uno de los personajes e incluso me hicieron sentir momentos de angustia, enojo, ira, entre otros.

El filme comienza con la típica historia de una pareja en el cual la mujer, Belén, por razones desconocidas, las cuales poco a poco se van aclarando, abandona al hombre, Adrian, dejándolo solo con un video en el cual Belén explicaba que su relación no estaba funcionando. Adrian desdichado y confundido cae en manos de Fabiana, una mujer que rápidamente cae a los pies de Adrian.  A lo largo del filme nos vamos dando cuenta que Belen nunca abandono la casa sino que estaba encerrada y atrapada en un cuarto secreto en el cual su única vista al mundo externo eran dos espejos que miraba al cuarto y al baño. La historia toma otra trayectoria cuando Fabiana se da cuenta de lo que estaba pasándole a Belén y esta decide no ayudarle.

Es una historia muy peculiar, que no todo mundo la entiende, me recuerda a ciertas historias que salen en las noticias de parejas que se separan y luego alguien desaparece dejando a la pareja sospechoso(a) de todo.

 A lo largo del filme uno puede hacerse muchas preguntas tales como ¿verdaderamente Adrian quería a alguna de estas mujeres? ¿qué pasara después? ¿qué le pasa a Adrian? Este filme a pesar de tener una trama confusa supo como combinar la música clásica con el romance, el suspenso, el drama y la comedia. En ciertos momentos uno podía sentirse en lo más crucial cuando de repente el personaje mencionaba algo que causaba gracia sin perder el enfoque en lo que ocurría en ese momento.

Me fascino el filme, es algo que no se ve todos los días, algo que lo hace pensar a uno durante toda la trama, con personajes que son capaces de hacer cualquier cosa y hacer que los giros dramáticos tengan sentido. Es un filme consciente de sí mismo, construido para enganchar a quien lo vea y no dejarlo ir hasta la última toma. Y termina uno apreciando que en el cine se puedan contar cualquier tipo de relatos, y que basta con aprovechar todos los elementos con que se cuenta para hacernos emocionar por historias tan distante a nuestra cotidianidad.