Un armatoste es un mueble tosco e inutil que generalmente, estorba y nadie quiere. En su momento, muchas creaciones invaluables de nuestra vida diaria fueron consideradas inútiles por algún "experto". Por ejemplo, HP rechazó la idea de Steve Wozniak:la computadora personal. En 1983, Atari rechazó la consola de juegos que se convirtió en Nintendo. En 1876, Western Union rechazó el invento de Alexander Graham Bell: el teléfono, aduciendo que más parecía un juguete. Bill Gates, en su momento, rechazó los dispositivos de libros electrónicos y Carles Chaplin argulló que el sonido en el cine sería una moda pasajera. Conocemos la historia...Este blog es un vehículo para expresar y producir ideas, sea que a otros les parezcan "armatostes" o no.
.

martes, 20 de mayo de 2014

¿Paranoia Comunista?


Recientemente, se abrió Newseum en Washington D. C.; un museo dedicado  al periodismo. Muchos dicen que representa la cara más culta y civilizada de este país. El museo cuenta con muchas secciones que han ejercitado la libertad de información y el derecho a la crítica; una de las más emotivas está dedicada a los hombres y mujeres que, ejerciendo su profesión, fueron condenados sin pruebas concretas o lucharon siempre por defender su opinión. Una de las víctimas del movimiento anti-comunista liderado por el ex-senador Joseph McCarthy en los años 50’s, durante la Guerra Fría, fue Paul Robeson.
Paul Robeson fue uno de los hombres de color más perseguidos en los Estados Unidos, ya que tenía un pensamiento izquierdista y no tenía miedo de expresarlos. Su meta real era que hubiera paz y amistad entre las naciones del mundo y que cada una de ellas escogiera su propio destino. En una ocasión, el comentó: ¿Por qué los “negros” apoyan a Estados Unidos en la guerra, si este país tolera el racismo violento? Dicha frase es triste de leer pero tiene mucho sentido. Debido a la sensibilidad del gobierno interino con personas que disentían  de sus políticas, Paul Robeson fue acusado de comunista por la HUEC (Un-American Activities Commitee). El consideró este hecho algo indignante, pues más bien era defensor de la paz y de los derechos de igualdad. Esta acusación casi termina con su carrera como músico, escritor y catedrático (80 de sus conciertos fueron cancelados); además de que lucho 8 años por recuperar y asegurar su pasaporte que le fue confiscado ilegalmente. Por fortuna, nunca se presentaron evidencias claras en su contra.
Como muchos otros casos de personas acusadas durante el “Red Scare” (el terror causado intencionalmente en los americanos por el comunismo), vemos que las repercusiones futuras de dichas acusaciones afectaron de manera terrible la fuente de ingresos de algunas víctimas y no digamos las miradas de desconfianza que probablemente recibieron después de los escándalos que protagonizaron. En mi opinión, Joseph McCarthy pretendía solamente asustar a los verdaderos infiltrados, pues nunca tuvo pruebas convincentes, pero no pensó en cómo estás sentencias sin evidencias solidas afectarían a la personas que usaba para causar dicho terror.

 Investigando más sobre la influencia de los comunistas en la sociedad de color encontré que estos activistas ayudaban mucho a estas comunidades con comida o bienes para conseguir más adeptos a su movimiento. A partir de esto, muchos se convertían en suscriptores de periódicos o revistas Comunistas por necesidad, pero luego eran acusados de infieles a la patria por el gobierno americano, gobierno que pudo haber evitado esto si pusiera más empeño en cuidar y ayudar a las personas de su país, que en culpar  gente inocente por la paranoia de un hombre o un pequeño grupo de hombres al enfrentar una guerra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario