Un armatoste es un mueble tosco e inutil que generalmente, estorba y nadie quiere. En su momento, muchas creaciones invaluables de nuestra vida diaria fueron consideradas inútiles por algún "experto". Por ejemplo, HP rechazó la idea de Steve Wozniak:la computadora personal. En 1983, Atari rechazó la consola de juegos que se convirtió en Nintendo. En 1876, Western Union rechazó el invento de Alexander Graham Bell: el teléfono, aduciendo que más parecía un juguete. Bill Gates, en su momento, rechazó los dispositivos de libros electrónicos y Carles Chaplin argulló que el sonido en el cine sería una moda pasajera. Conocemos la historia...Este blog es un vehículo para expresar y producir ideas, sea que a otros les parezcan "armatostes" o no.
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lunes, 11 de mayo de 2015

HACIA DÓNDE VAMOS COMO HONDUREÑOS CON LA REELECCIÓN PRESIDENCIAL


HACIA DÓNDE VAMOS COMO HONDUREÑOS CON LA REELECCIÓN PRESIDENCIAL

 Por Andreha Romero

Actualmente, Honduras enfrenta una de las crisis políticas más polémicas desde el golpe de estado ocurrido en el 2009 y es  el discutido tema de la Reelección Presidencial.
Este asunto está siendo ampliamente debatido, por propios y extraños, por expertos y no tan expertos, desde las altas esferas hasta el rincón más humilde de nuestro país, en la mayoría de medios de comunicación, hogares y negocios hondureños se escuchan debates y pronunciamientos sobre la reelección presidencial porque es un tema que nos atañe a todos y en el que debemos poner nuestra atención, razón por la cual, me dispuse a investigar sobre el tema y analizar cada uno de los aspectos específicos que tiene este polémico asunto.
 Mi objetivo en este documento, no es presentar un argumento a favor o en contra de la reelección, sino discutir algunas cuestiones puntuales que pueden servir para entender hacia donde nos dirigimos.

La Reelección Presidencial siempre ha sido un tabú en nuestro país y en otros países del continente americano que prohíben esta opción política, pues es un tema sensible y polémico, lo que impide que pueda abordarse  en su totalidad, pero trataré de abarcas los aspectos más importantes.

Para realizar un análisis de la situación en Honduras, es importante echar un vistazo a lo que sucede en otros países con respecto a la reelección presidencial.

Una de las amenazas más graves en la región latinoamericana es el furor del presidencialismo como modelo político, incrementado por la tendencia hacia las reelecciones presidenciales en muchos países, estableciéndose la “reelección indefinida”, como es el caso de Venezuela.

América Latina vive en la actualidad el fenómeno de la reelección  en las tres modalidades conocidas: la inmediata, la alterna y la indefinida. (2009, Elena Perea Díaz) Nunca antes desde el retorno de la democracia en algunos países  de la  región habían existido tantos casos de  presidentes reelegidos.
En la actualidad la reelección presidencial es permitida en  varios países de Latinoamérica de manera inmediata o consecutiva pero prohíben en algunos casos la reelección presidencial indefinida; tal es el caso de: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y  República Dominicana.
Entre los países que permiten más de una elección al cargo presidencial pero la prohíben inmediatamente, toda vez  que deben transcurrir al  menos un mandato presidencial están: Chile, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay.

La reelección  presidencial no es permitida,  por lo menos hasta el momento, en Guatemala, Honduras, México y Paraguay.

La mayoría de hondureños hemos escuchado que en la “Constitución” está prohibida la reelección porque lo prohíben los “Artículos “Pétreos”, pero muy pocos sabemos en qué consisten en realidad estos artículos.
Para poder ahondar en lo referente a la reelección presidencial, considero oportuno comenzar por definir que son los artículos pétreos:
La Constitución de la República de Honduras (1982) contiene siete artículos en cuyo contenido se protege la soberanía del Estado de Honduras, pues definen la forma de gobierno que tiene nuestro país y otros aspectos relacionado con las elecciones presidenciales y el territorio nacional.
Estos artículos se denominan “pétreos” en alusión a las piedras, por inquebrantables, lo que significa que bajo ningún precepto pueden ser modificados, pues representan el cimiento del sistema democrático en Honduras.

Entre estos siete “Artículos Pétreos” está el artículo 239 el cual establece que "el ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser presidente o vicepresidente de la República", y añade que quienes quebranten esa disposición "quedarán inhabilitados por diez años para el ejercicio de toda función pública".

La imposibilidad para modificar estos artículos la estipula el  Artículo 374: que literalmente dice “No podrán reformarse, en ningún caso, el artículo anterior, el presente artículo, los artículos constitucionales que se refieren a la forma de gobierno, al territorio nacional, al período presidencial, a la prohibición para ser nuevamente Presidente de la República, el ciudadano que lo haya desempeñado bajo cualquier título y el referente a quienes no pueden ser Presidentes de la República por el período subsiguiente”

Partiendo de este punto, y  siendo la constitución de la república la Carta Magna del país,  está más que entendido que la reelección presidencial en Honduras está prohibida, o por lo menos lo estaba, pues después de que el día 23 de Abril del 2015, la Sala de lo Constitucional ante una solicitud interpuesta por el Expresidente Rafael Leonardo Callejas y quince diputados, declaró por unanimidad aceptar el recurso de inconstitucionalidad, dando libertad para la reelección presidencial.

Ante esto hecho, una de los puntos que más nos debe preocupar o interesar, además de la obvia violación a la Constitución de la República, es el hecho de que este recurso de inconstitucionalidad solamente abre el camino para que un expresidente pueda ser reelecto, pero no define los parámetros para tal  reelección, pues considero que para evitar problemas posteriores, debería quedar establecido si la reelección será consecutiva o alterna, también debe definir cuántos periodos puede reelegirse un presidente y otros detalles que aseguren que no se romperá el orden democrático en nuestro país.

En este asunto de la reelección, existen muchos aspectos que deben ser discutidos, no es una cuestión que deba tomarse a la ligera, pues en ella se ponen en juego las garantías constitucionales de cada uno de los hondureños.

Entre estos aspectos, nombraré los que menciona Mario D. Serrafero (2010) que, a su criterio, son muy relevantes y deben ser tenidos en cuenta a la hora de estudiar el fenómeno reelectoral:
  • Sistema institucional
  • Equilibrio de poderes
  • Duración del mandato
  • Cultura política y tradición institucional
  • Institucionalismo
  • Sistema político y modelo de democracia
  • Partidos y competencia electoral
  • Poder presidencial
  • Sucesión del poder
  • Estímulos (premios y castigos)

Estoy segura que estos aspectos no han sido considerados por ningún sector de nuestra nación. En los medios de comunicación escuchamos muchas discusiones sobre la reelección, pero únicamente se refieren a la forma, no al fondo, comentan que es inconstitucional, que es un delito, otros expresan si están o no de acuerdo con ella, pero no he escuchado a nadie pronunciarse sobre los parámetros que enmarcarán la controversial reelección presidencial.

Uno de los hechos que más llama mi atención es la posición de la oposición con respecto a ese tema. Muchos manejan que el recurso interpuesto por el Lic. Rafael Leonardo Callejas es nada más una sucia estrategia del actual presidente del país quien tiene (según dicen) las obscuras intenciones de perpetuarse en el poder ejecutivo, razón por la cual sería lógico, según mi punto de vista, que los partidos de la oposición, unieran fuerzas y lucharan por evitar que esta situación avance hasta límites en los que no pueda hacerse nada, pero al contrario, muchos de la oposición ven la oportunidad de cumplir sus sueños truncados, como es el caso del expresidente Manuel Zelaya, quien sin anunciar su candidatura formalmente, coquetea con la posibilidad de ser reelegido, cuestión que pone contentos a sus seguidores.

Yo veo la reelección como un hecho, por eso me interesa conocer las ventajas y desventajas de una reelección presidencial y la forma en que esto ha afectado (ya sea favorable o desfavorablemente) a otros países con características sociales, económicas y políticas parecidas a las nuestras.

Lijphart (1990) se pronunció a favor del argumento de la reelección como un fuerte incentivo para que el presidente estuviera atento a los deseos de los votantes.

En parte, esto podría ser cierto, pues el  presidente tendría que hacer un buen papel en su administración para no perder la simpatía de los votantes, cuestión que significaría un beneficio para sus simpatizantes, no así para la oposición.

Los que favorecen la reelección destacan que ésta aumenta las posibilidades de elección del pueblo, mejorando la calidad de la democracia; que la presencia de la reelección incentiva al ejecutivo a tener en cuenta los intereses y preferencias de sus votantes, porque si los defrauda éstos no lo volverán a votar


En mi opinión, entre las ventajas que podría tener una reelección presidencial están:
  • Los presidentes tienen más tiempo para desarrollar las propuestas de las campañas.
  • Hay más posibilidades de desarrollar políticas de estado de larga duración.
  • Si les va bien en el primer periodo probablemente en el segundo periodo lo hagan mejor.
  • Los presidentes reelectos podrán no sólo corregir errores e insuficiencias de su mandato sino hacer cambios importantes en su gabinete.


Sartori (1994) al contrario de Lijphart (1990), ubicó el tema de la reelección en un marco que admitía distintos escenarios. Expresaba: “el problema de la reelección debe juzgarse por sus propios méritos. El principal razonamiento en contra del aumento del número de periodos en que se puede ocupar el cargo es el temor de que la reelección pueda facilitar que se conviertan en dictadores.

En este punto, coincido completamente con Sartori, uno de los aspectos que más me preocupan de la reelección y que considero una de sus principales desventajas, es lo relacionado con el continuismo, no quiero ver mi país sometido por una dictadura, pues considero que mi pueblo no tiene los cimientos para poder sostener un sistema político de esa índole.

Navegando en la WEB, encontré un artículo que se llama “7 razones para no aceptar una reelección presidencial” donde se menciona literalmente las siguientes:
1.      Obstruye el reemplazo generacional, la competencia entre líderes y la circulación de las élites.
2.      Refuerza el caudillismo en detrimento de las instituciones.
3.      Cuando se prolonga el mandato, el caudillo se va rodeando de cortesanos que lo halagan y confunden en busca de privilegios.
4.      Fomenta un tipo de nociva relación mercantilista entre el poder económico y el político. Se retroalimentan mutuamente. Facilita la corrupción.
5.      Los errores tienden a reiterarse por el conocido Einstellung Effect. No solemos hacer las cosas porque estén bien o mal, sino porque primero la hicimos de determinada manera y el cerebro es una máquina que aprende y repite los comportamientos.
6.      Los viejos gobiernos se quedan sin ideas, se van fosilizando, se resisten a las reformas y segregan burocracias calcificadas, cada vez más incompetentes.
7.      La no reelección refuerza la noción de que lo conveniente es seguir planes de gobierno a largo plazo, pensando en el país y no en periodos cortos. Se llega al poder a medio camino y se entrega a medio camino porque es un viaje que no puede o debe llegar a ninguna parte. Es una obra continua en la que el presidente es sólo un factor transitorio limitado por la ley.

Analizando cada una de estas razones, me doy cuenta que encierran una gran verdad, hemos visto ejemplos en otros países en la que la perpetuidad de un mandatario, en lugar de favorecer a los ciudadanos los ha perjudicado, pues a muchos presidentes los ciega el poder y dejan de ver por los intereses de los demás, para concentrarse en sus propias necesidades  y tomando la nación como si fuese de su propiedad para su propio beneficio.
Si en realidad el presidente Juan Orlando Hernández tiene intención de reelegirse, debemos tener en cuenta que posee muchas ventajas en comparación con cualquier otro candidato (sea expresidente o no) pues tiene bajo su mando directo los recursos de la nación, con los que puede granjear cuantiosas prebendas para exigir lealtad a sus funcionarios y a ciudadanos acostumbrados a vender su voto. Y no debemos olvidar que como primera figura del país, cuenta con la suficiente exposición mediática, para aparecer las 24 horas del día en los medios de comunicación.

Para concluir y como referencia ilustrativa a este tema citaré al Dr. Eugenio María de Hostos, nativo de Puerto Rico, que en su libro Derecho Constitucional dice lo siguiente: “todo lo que directamente puede preceptuarse con respecto a la duración de los funcionarios ejecutivos es el que el tiempo de sus funciones sea tan corto como conviene a su responsabilidad, tan largo como importa a la regularidad administrativa y tan frecuente como es necesario para que los funcionarios mantengan viva en la mente popular la idea de que el poder es de la sociedad entera”

 



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