Un armatoste es un mueble tosco e inutil que generalmente, estorba y nadie quiere. En su momento, muchas creaciones invaluables de nuestra vida diaria fueron consideradas inútiles por algún "experto". Por ejemplo, HP rechazó la idea de Steve Wozniak:la computadora personal. En 1983, Atari rechazó la consola de juegos que se convirtió en Nintendo. En 1876, Western Union rechazó el invento de Alexander Graham Bell: el teléfono, aduciendo que más parecía un juguete. Bill Gates, en su momento, rechazó los dispositivos de libros electrónicos y Carles Chaplin argulló que el sonido en el cine sería una moda pasajera. Conocemos la historia...Este blog es un vehículo para expresar y producir ideas, sea que a otros les parezcan "armatostes" o no.
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miércoles, 11 de junio de 2014

El Fantasma de Canterville

El fantasma de Canterville en su relato original se trata del contraste entre lo tradicional representado por la familia de Lord Canterville y demás personajes ingleses que si creen o le tienen miedo al fantasma con los miembros de la familia Otis que son una familia americana que se va más por lo moderno y por eso al principio no creen en estas leyendas de fantasma. Esta familia que recién llega  después que lo miran les causa gracia en vez de susto.

El cambio principal de nuestro cuento fue ir en contra de la historia original detrás del fantasma. A comparacíon de la obra original que si era un espíritu de verdad  en cambio a nuestra historia ese supuesto fantasma era nada más que un hombre loco tratando de ahuyentar.

Para que en el nuevo cuento fuera más actual y local decidimos que la ubicación fuera en coyolito. Utilizamos nombres y apellidos comunes en el país.
Como por ejemplo con el nombre del hijo de la familia americana se llama Washington por que los Otis son fervorosos y ya en nuestra versión lo cambiamos a Francisco haciendo referencia a el heroe patriótico Francisco Morazán.

Tratar de recrear  ese contraste de lo moderno con lo antiguo , utilizamos palabras muy propias del lexico catracho. El habla de los hondureños es muy singular y empleamos frases reconocidas como “Qué Pedos”. Por supuesto no podiamos dejar atrás el voseo, ya que siempre se habla de “vos”.

Lo que si mantuvimos en las naracciones fue la cierta parodia con  el fantasma. Las burlas contra el fantasma lo cual hacen “El fantasma de Carterville” única, asi que manejamos el sarcasmo que Oscar Wilde le da a esta historia.


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